Estos últimos tres días he asistido al V Curso de Judaísmo Hispano que hemos organizado en Segovia, bajo el título de 'Mi padre era un arameo errante'. Durante las proyecciones, como debía atender la mesa de ventas de la planta de abajo, me he dedicado a hurgar en la multitud de libros especializados que tenemos a la venta buscando información sobre un tema en concreto. Y algo he encontrado...

Es asombroso cómo los cuentos y las leyendas viajan a través del mundo, y es también asombroso cómo los hechos legendarios truculentos también se copian de país en país...
Los libelos de sangre que más me han llamado la atención son los que, además, entrañan el martirio de una criatura coincidiendo con la Pascua Judía o con el Viernes Santo. En ellos, el nivel de crudeza de las narraciones alcanza cotas insospechadas, y han dado lugar a figuras míticas reverenciadas por los feligreses como verdaderos santos, aunque los altos estamentos de la Iglesia Católica no los hayan incluido nunca entre sus figuras mártires. Hecho extraño este, dado que sí han incluido figuras con el mismo peso documental que las que voy a referir en este artículo.
No os quiero abrumar con datos excesivos, pero voy a dividir el artículo en partes para hacerlo más ameno. El primer fragmento hablará de los procesos tempranos, y los subsiguientes de los casos españoles más conocidos y de los más recientes (desde el siglo XV), amén de hablar de la relación de los judíos con la sangre.
Y no os preocupéis, que en la próxima entrega habrá bibliografía :)
PRIMEROS PROCESOS
- La referencia más antigua que podemos encontrar es el relato que Flavio Josefo hace en su Contra Apionem a la historia de Posidonio (siglo II a.c.), en la cual se comenta que, anualmente, los judíos sacrifican un griego en su templo de Jerusalem.
- La imagen iconográfica más antigua la encontramos en el Manuscrito Harley (957, fol.22r), pergamino iluminado de finales del siglo XIII, donde podemos ver al judío Samuel de Bristol hundir un cuchillo en el costado del niño Adam.

El niño llevaba cinco años enterrado cuando Thomas llegó a Norwich. Lo que ocurrió, como tantas veces, es que este 'despierto' monje escribió una Vita narrando lo prodigioso de su sacrificio, al estilo del del Salvador. Los monjes del priorato acometieron con tanta pasión la reverencia por las reliquias del 'niño santo', que terminó recibiendo ofrendas hasta el siglo dieciséis, y fue modelo para las Vita que aparecerían en París en 1163 (el niño Richart), en Gloucester en 1168 (Harold) o en Bury St Edmunds en 1181 (Robert).
Incluso se relata que cuando se desenterró el cuerpo para conseguir las reliquias, encontraron señales de tormento y sufrimiento, como manos y pies contraídos y la boca abierta. Su madre (a quien adjudican el nombre de Beatrice) aseguró haberlo enterrado con expresión de paz. Estudios actuales señalan que el niño podría haber sufrido un ataque cataléptico y haber sido enterrado vivo.
- La primera vez que un caso de este estilo fue utilizado para provocar violencia contra la población judía ocurre en la ciudad de Blois, capital del departamento francés de Loir-et-Cher, en 1171. El Conde Theobald de Chartres tenía un pleito con la población judía de la ciudad (unos dicen que porque les debía dinero, otros que porque había mantenido relación carnal con una mujer judía) manda encarcelar a todos los judíos de la ciudad bajo la acusación de haber martirizado y asesinado a un niño en la Pascua a la manera de Jesucristo, apoyado en la narración de un sirviente. En este caso, tampoco había cuerpo de niño, ni noticias de ningún niño desaparecido.

Para probar la veracidad del caso ante los ojos de Dios, se somete al criado al Juicio de las Aguas. Se le introduce en un bote lleno de agua en el centro de un río. Como el acusador no se hunde, se da su testimonio por bueno, y el 26 de mayo de 1171, la mayoría de acusados muere en un acto de fe, devorados por las llamas pero cantando el 'Aleinu'.


Aconsejado por el sacerdote John de Lexington y para poder salvar la vida, cuenta que ese niño fue objeto de tortura, crucifixión y muerte por parte de un grupo de judíos que habían acudido a Lincoln para una boda. Casualmente, entre estos judíos se encontraba un alto número de los más importantes del país. Debido a esto, los restos mortales del niño fueron enterrados con gran pompa en la Catedral.
Jopin pensó que así salvaría la vida, pero Henry III visitó un mes después la ciudad y revocó su salvaguarda, condenándolo a ser arrastrado por la localidad atado a la cola de un caballo salvaje, para ser posteriormente ahorcado. Los noventa y dos judíos de Lincoln, incluyendo los visitantes por motivo de la boda, fueron trasladados a Londres, donde se ejecutó a la inmensa mayoría.
Este caso adquirió tanta fama que incluso Chaucer lo menciona al comienzo de su Prioress' Tale
- Encontraremos más casos en Inglaterra este mismo siglo: Londres en 1256 y 1257, Northampton en 1279 y 1290 en Oxford.
- En cuanto al resto de países, cabe destacar los casos del famoso niño Werner de Oberwessel en la ciudad de Bacharach (Coblenza, Prusia, 1287), los macabros eventos del Día de los Inocentes de Fulda (Hessen-Cassel, Prusia) en 1238, la niña de Pfortzheim (Baden, Alemania) en 1267 (cuyas heridas sangraron cuando se la acercaron a unos judíos, y al segundo acercamiento incluso se ruborizó y alzó los brazos, aun muerta), en Weissenburg (Alsacia, Francia, 1270) donde un niño que 'los judíos habían colgado de los pies y rajado cada arteria para sacarle la sangre' sangró milagrosamente después de muerto durante cinco días como 'prueba' de que había sido mártir, o en Berna en 1294 (el niño Rudolph).

En el próximo artículo, los casos españoles. Valencia, Barcelona, Palma de Mallorca, Segovia... y los más famosos de Zaragoza y Toledo.
Más adelante, del siglo XV a nuestros días, y explicación de la mística judía respecto a la sangre. ¿Sabíais que incluso hubo una acusación de libelo de sangre en una fecha tan próxima como 1899?
Findûriel
Nota: bibliografía en la última parte del artículo.
Muy interesante, espero con ansia los dos artículos siguientes y a ver que cuentas de lo que sucedió por Palma. No te olvides de los Xuetas, que aunque es posterior al tema judaico, está estrechamente relacionado y es muy interesante.
ResponderEliminarRealmente interesante, el tema de los niños mártires siempre me ha parecido muy interesante. Así que espero los próximos artículos, sobre todo por la bibliografía
ResponderEliminarUna entrada francamente interesante. Ya había oído hablar de estos casos en el pasado, pero nunca me imaginé que hubiera tantos documentados por Europa. En este sentido, me ha parecido muy curioso el del niño William de Norwich, en especial el uso propagandístico que le dio posteriormente Thomas de Monmouth. Pobre crío... Ni muerto le dejaron en paz.
ResponderEliminarQué puto asco, por Dios... lo de desenterrar a la hija del rabbi y luego prenderle fuego a la casa del rabbi y a la sinagoga me ha parecido especialmente repugnante. Y esos SÍ son hechos documentados, a diferencia de lo de las crucifixiones infantiles. Qué asco de mundo, de verdad. Esos cabrones tenían de verdaderos cristianos lo que yo de musulmana chiíta.
ResponderEliminarEn su época eran los cristianos más verdaderos que existían.
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