Posted by Findûriel in , | 24.7.13 No comments
Observó el volumen con sumo disgusto. Llevaba un largo rato arrellanada en su sillón, con el rostro apoyado en el dorso de la mano, y el codo en una pierna flexionada. La otra pierna colgaba, indolente, balanceándose y haciendo ruido. Lanzó un pedacito de papel arrugado en dirección al volumen. Su proyectil rebotó en la cubierta y se perdió en la oscuridad de su taller. Todo estaba arropado por un...

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