
Y Rían dijo a los elfos: - Sea llamado Túor, porque ese es el nombre que le dio su padre antes de que la guerra se interpusiera entre nosotros. Y os ruego que lo criéis y lo mantengáis oculto a vuestro cuidado; porque preveo que será ocasión de un gran bien para los Elfos y para los Hombres. Pero yo he de ir en busca de Húor, mi señor.
Entonces los elfos se apiadaron de ella; pero un tal Annael el único entre todos los de ese pueblo que había vuelto de la Nirnaeth, le dijo: - Ay, señora, se ha sabido que Húor cayó junto a Húrin, su hermano; y yace, según creo, en el gran montón de muertos que los Orcos han levantado en el campo de batalla.
Por tanto, Rían se puso en camino y abandonó la morada de los Elfos y atravesó la tierra de Mithrim y llegó por fin a la Haudh-en-Ndengin en el yermo de Anfauglith, y allí se tendió y murió. Pero los elfos cuidaron del pequeño hijo de Húor, y Túor creció entre ellos; y era blanco de cara y de cabellos dorados, como los parientes de su padre, y se hizo fuerte y alto y valiente...
(J. R. R. Tolkien, Narn I Hîn Húrin. Siempre me encantó Húor)
2 comentarios:
Belegurth:
:( ains, vaya imagen acompañamos a los textos.
Bueno... es ella, llorando, y escurriendo sus vestiduras empapadas en llanto. que quieres, me pareció adecuada... es que no te gusta?
Findûriel, que por lo visto ha mmetido la pata
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