La mano de Thrór: la manecilla de 'El hobbit'

¿Qué se esconde tras la mano de Thrór en 'El hobbit?..

Uno de los mapas más fascinantes de los muchos que dibujó Tolkien, en mi opinión, es el mapa de Thrór. Muchos lo conoceréis como 'el mapa de El hobbit', ya que pertenece a la narrativa de esta obra y siempre se ha publicado en las primeras páginas del libro, desde la primera edición del mismo.

Como bien dijo Rayner Unwin, en su famosa crítica a "El hobbit" (que escribió para su padre a cambio de un chelín cuando tenía sólo diez años) «Este libro, con la ayuda de mapas, no necesita ilustraciones, está muy bien y debería gustar a niños de entre 5 y 9 años.»

Crítica de Rayner Unwin a "El hobbit"

El mapa de Thrór fue dibujado, según los escritos de Tolkien, después de la expulsión del Reino bajo la montaña (Erebor) por Smaug. En este mapa, el 1 de Lithe de 2790, Thrór inscribió unas runas especiales llamadas 'runas lunares', que sólo eran visibles a la luz de la luna cuando ésta se hallase en la misma fase y la misma fecha que cuando fueron inscritas. El mapa pasó a manos de su hijo Thráin II (padre de Thorin Escudo de Roble) cuando Thrór, ya de edad avanzada, marchó a vagar por las tierras salvajes con su compañero Nár y econtró la muerte a manos de Azog en Khazad-Dûm.

Thráin II recibió junto al mapa una llave y uno de los Anillos de Poder de los enanos. Cuando cayó cautivo de Sauron, el Señor Oscuro no prestó atención al mapa ni a la llave, ya que su objetivo era el Anillo de Poder. En una incursión a Dol Guldur, la fortaleza en ruinas de Sauron, Gandalf se encontraría con Thráin II (aunque no supo que era él) y recuperó el mapa y la llave, que pasarían después a manos de Thorin... y con ellos comenzaría 'El hobbit'.

Boceto del mapa de Thrór, incluido en la obra "Tolkien, artista e ilustrador".
 © Tolkien Estate.

Tolkien quería, en un inicio, que este mapa fuese independiente de la obra impresa y que se encolase a posteriori a los libros, con las runas lunares impresas al revés por detrás, para que se pudieran ver a contraluz. Como el coste era muy elevado, tuvo que conformarse con que se imprimiera junto con la obra al inicio del libro, mientras que su mapa de las Tierras Salvajes se añadía al final. Respetando (ahora sí) el deseo del autor, el mapa se imprimió en negro y rojo.

Mapa de Thrór original. © Tolkien Estate.

El mapa está dibujado a la manera enana, es decir, con el este arriba. También vemos dos grupos de runas, unas eran visibles y otras eran las runas lunares que sólo Elrond supo encontrar. Los textos están escritos en inglés (en algunas traducciones se han currado el pasarlas al idioma en cuestión, no es el caso de la traducción al castellano) usando runas extraídas de las runas del inglés antiguo, que en este caso se interpretan como Cirth (alfabeto rúnico creado por Tolkien) de la variante Angerthas Erebor.

Las runas visibles, es decir, las que aparecen como rojas en el mapa, rezan:

five
feet high
the door an
d three may
walk abre
ast.

Th.

Cinco pies de altura y tres pasan con holgura. Th.

Las runas lunares, que Elrond consigue descifrar en Rivendel, rezan:

Stand by the grey st
one when the thrush kn
ocks and the setting s
un with the last light
of Durin's day will sh
ine upon the keyhole

Th.

Estad cerca de la piedra gris cuando llame el zorzal y el sol poniente brillará sobre el ojo de la cerradura con las últimas luces del Día de Durin. Th.

Pero no vamos a ocuparnos de las runas lunares en este caso... ni siquiera de las runas visibles. Me gustaría hablar de un elemento bastante inquietante en un principio, pero que resulta muy útil al final: la mano dibujada en el margen izquierdo del mapa.

Ilustración de Audrey Corman, artista que dedicó parte de su producción a Tolkien y que ha trabajado en RPGs y LGCs como Battletech, La leyenda de los Cinco Anillos o Rolemaster.

Como habéis visto en el boceto del mapa, la mano aparece ya desde el principio. Esa mano marginal, detallada con uñas largas y parte de una manga, señala una runa en concreto, la que está dibujada en la ladera oeste de la Montaña Solitaria y que corresponde a una 'D'. Esa runa marca, tal como deducimos con ayuda de las runas marginales, la puerta secreta de entrada a Erebor.

Tolkien, con el uso de esta mano 'apuntadora', sigue la curiosa tradición medieval de las llamadas manecillas (también llamadas manículas). Estos dibujos marginales, que muchas veces eran manos y otras veces se trataba de elementos ornamentales, llamaban la atención hacia un pasaje concreto de la página, destacándolo como importante o relevante. Como se remonta a los manuscritos medievales, no había un estándar de manilla, sino que dependían siempre del talento y estilo del amanuense.

Biblioteca Universitaria de St Andrews, Typ NL A85 JT (Amberes, 1487-1490). Fuente

Ejemplos de manecillas que apuntan a varias frases a la vez. El pulpo es una monada.
Biblioteca Bancroft, Berkeley, BANC MS UCB 085 (Siglo XIV). Fuente

Encontramos manecillas en libros tan antiguos como el Domesday Book, que data del Siglo XI. En nuestra historia más cercana, personalidades como el Arcipreste de Hita, Cristóbal Colón o Covarrubias usaban las manecillas en sus escritos. No sólo eso, sino que en muchos murales medievales castellanos presentes en viviendas e iglesias puede verse esta manícula.
Con la llegada de la imprenta, encontramos que el primer libro impreso en España (El "Sinodal de Aguilafuente", impreso en Segovia) incluye la manecilla en sus páginas.

¿Creéis que era algo que se quedó en el pasado? Nada más lejos de la realidad. Sólo tenemos que mirar algunos anuncios murales antiguos, donde encontramos a la manecilla indicando partes importantes del discurso.

Cartel de búsqueda de los asesinos de Abraham Lincoln. Imagen de dominio público.

La imagen de la manecilla aparece aún en nuestro entorno, algunas veces indicándonos dónde se hallan los pulsadores de alarma, o los que permiten cruzar un paso de peatones. También se usan en el lenguaje digital, por ejemplo, para llamar la atención en los tuits, y tenemos numerosas manecillas entre los iconos de nuestros programas de mensajería móvil o emojis, que usamos para indicar que estamos de acuerdo con el mensaje de arriba o que es importante lo que estamos escribiendo en ese momento.

Además, ¿quién no ha usado alguna vez en su vida la manecilla como cursor del ratón?

Las manecillas están más vivas que nunca, y Tolkien tan sólo continuó esta tradición medieval para apuntar, con esa mano larga y de dedos sinuosos, al lugar que había que encontrar.

Sobre la manecilla, os recomiendo este artículo del que he extraído información (está en inglés).

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