Posted by Findûriel in , | 3.3.22 1 comment


Visitad conmigo el gran reino enano de Dwarrowdelf...
Hoy me gustaría hablaros del mayor reino enano de la Tierra Media, adentrémonos en Khazad-Dûm.

Dúrin, uno de los padres de los enanos, tras despertar solo en Gundabad viajó hacia el sur por las Montañas Nubladas, dando nombre a todo lo que se encontraba, hasta llegar al valle de Azanulbizar. Allí, sobrecogido por la belleza del paisaje, se detuvo a contemplar su reflejo en la laguna del valle. Pero no pudo verse en las aguas, aunque sí encontró el reflejo de una corona de estrellas, una constelación de siete estrellas que se bautizó como Corona de Dúrin, y que podría corresponder a la Corona Borealis. En el lugar donde Dúrin contempló la corona por primera vez se erigiría más tarde la Piedra de Dúrin.


Allí mismo, en Azanulbizar (Valle del arroyo sombrío) y junto al Kheled-Zarâm (Lago Espejo), formado por las aguas del Kibil-Nâla (Cauce de Plata) encontró Dúrin las cavernas en las que construiría su gran reino, Khazad-Dûm (la Mansión de los Enanos).

El valle de Azanulbizar se encontraba rodeado por los picos del Barazinbar (el Cuerno Rojo, el Caradhras), el Bundushathûr (el Monte Nuboso, el Fanuidhol) y el Zirak-Zigil (el Cuerno de Plata, el Celebdil). Bajo estas tres montañas se alargan las cuevas que conforman Khazad-Dûm.Todos estos nombres fueron puestos por Dúrin I, primer señor del reino, al que se unieron más enanos para comenzar a horadar el hogar subterráneo que se convertiría en la más grande y famosa de las mansiones de su pueblo.

En la Primera Edad se construirían algunas de sus obras más emblemáticas, como la Escalera Interminable o la Torre de Dúrin. A través de las escaleras, y desde la profundidad más absoluta, se ascendía a lo alto del Zirak-Zigil, donde se encontraba la torre tallada en la piedra viva. Por esa escalera ascendería Gandalf en su lucha con el Balrog de Moria en los tiempos de la Guerra del Anillo, y en la cima lo derrotaría finalmente.




Pero no adelantemos acontecimientos...

Los enanos solían comerciar entre sí, y para ello usaban la puerta oriental de Khazad-Dûm, precedida por una sala monumental de altas columnas y luminosas ventanas que daban al amanecer. Era la puerta más antigua, ya que guardaba la entrada por la que accedió Dúrin por primera vez.

Pero vosotros seguro tenéis en la cabeza otra puerta muy distinta cuando pensáis en Moria, seguro que habéis pensado en la puerta de la imagen. Esta puerta es la occidental, que fue construida en la Segunda Edad.


© Tolkien Estate

Su diseño se debe a dos grandes orfebres y herreros. Uno elfo, Celebrimbor, el otro enano, Narvi. Algunos elfos Noldor se habían asentado al este de Khazad-Dûm en Acebeda, fundando el reino de Eregion. Khâzad-Dûm había crecido notablemente en población tras el hundimiento de Beleriand en la Primera Edad y la emigración de muchos enanos hasta el reino, y además también a comienzo de la Segunda Edad se habían descubierto vetas del maravilloso y resistente mithril en las minas.

Entre los Noldor que se asentaron en Eregion había un gremio conocido como como Gwaith-i-Mírdain (los alarifes de las joyas), que aún poseían técnicas y saberes similares a los de Fëanor, así que los enanos comenzaron a tratar y comerciar con ellos, enseñando y aprendiendo. Narvi construyó las puertas occidentales y creó su mecanismo. Por su parte, Celebrimbor (nieto de Fëanor, y creador posteriormente de la mayoría de los Anillos de Poder) creó una aleación del mithil llamada ithildin, con la que decoró dicha puerta. El ithildin reflejaba la luz de las estrellas y la luna, si uno sabía encontrarlo.

En la puerta podemos ver varios elementos importantes:

- La corona, las siete estrellas, el yunque y el martillo, que son los símbolos del linaje real de Dúrin.
- La estrella de ocho puntas del linaje de Fëanor.
- Los dos árboles, símbolo de los Altos Elfos, en reflejo del Galathilion, el árbol blanco de Tirion.
- Tres runas. En la parte superior, 'calma'(C) y 'óre'(N) por Celebrimbor y Narvi, y entre los troncos 'ando'(D) por Dúrin.

En el arco, grabaron una inscripción que reza: "Ennyn Durin Aran Moria. Pedo Mellon a Minno. Im Narvi hain echant. Celebrimbor o Eregion teithant i thiw hin." Es decir: "Las puertas de Dúrin, señor de Moria. Habla, amigo, y entra. Yo, Narvi, las hice. Celebrimbor de Acebeda dibujó estos símbolos." (Antes de que digáis nada sí, Celebrimbor lo llamó Moria cientos y cientos de años antes de que recibiera ese nombre. O es mala leche élfica, o es que a Tolkien se le fue la pluma. Seguramente la segunda).


© Tolkien Estate


Cuando la Comunidad del Anillo pasó por allí, a Gandalf le costó un poco averiguar que la contraseña era 'amigo', 'mellon', pero al final lo consiguió. Desde dentro las puertas se abrían simplemente empujándolas. Esta puerta simboliza la amistad entre los pueblos enano y noldo durante esos años de prosperidad, que duraron años hasta que Sauron atacó y destruyó Eregion en el 1697 de la Segunda Edad. Antes de eso, Celebrimbor (aunque en algunas historias es Sauron mismo) había entregado el primer anillo de poder de los enanos al soberano de Khazad-Dûm, Dúrin III.




Tras el ataque a Eregion, las puertas del reino se cerraron y el comercio, tanto con hombres como con otros enanos, se estancó. Khazad-Dûm había crecido enormemente en esos años. Los enanos cavaban más y más profundo, y el mithril no dejaba de llenar sus arcas y proveerlos de armaduras nunca antes vistas en la Tierra Media. Los reyes se sucedieron. Se volvieron a abrir las puertas, y hubo patrullas de enanos rondando los alrededores, a veces atacadas por grupos de orcos. Sucedió la Guerra de la Última Alianza, a la que fueron enviados enanos de Khâzad-Dûm en nombre de Dúrin IV. Tras la derrota de Sauron, se vivieron de nuevo unos años de aparente paz.

Pero ¡ay! en el año 1980 de la Tercera Edad, los enanos cavaron tan hondo que despertaron al Daño de Dúrin, un balrog de Morgoth que se había refugiado en los pasajes más hondos después de huir tras la derrota de su amo en la Primera Edad. Le hicieron frente con valentía pero, tras perder en esta lucha a Dúrin IV y su hijo, Náin I, los enanos abandonaron Khazad-Dûm, que fue bautizada desde entonces con el nombre de Moria, 'abismo negro'. Orcos y otras criaturas oscuras se asentaron en sus antaño esplendorosos salones, y el reino se dio por perdido.

Pero ese no es el final de nuestro relato sobre Khazad-Dûm. En el año 2790, un enloquecido y desesperado rey sin reino, Thrór de Erebor, se adentró en Khazad-Dûm, contra el consejo de su sirviente Nár. Durante días este lo aguardó en la puerta, pero nunca lo vería con vida de nuevo: su cadáver decapitado fue arrojado desde las puertas, y en la frente le habían grabado con runas el nombre de su asesino: Azog. Nár volvió con este relato al hijo de Thrór, Thráin II, quien en unos años reunió un ejército para vengar a su padre. En el 2799 de la Tercera Edad tuvo lugar, frente a la puerta de Khâzad-Dûm, la Batalla de Azanulbizar, en la que un jovencísimo Dáin Pie de Hierro terminó con Azog y los enanos ganaron, aunque con el balrog vivo en el reino no se atrevieron a entrar.

En el 2989 de la Tercera Edad, el señor enano Balin abandonaría Erebor junto con una compañía de enanos (entre los que se encontraban también Óin y Ori) con la idea de recuperar al menos la presencia enana en Moria. Durante cinco años resistieron allí, batallando contra la presencia oscura en la mansión de los enanos. Óin, hijo de Gróin, perecería devorado por el Guardián del Agua de la puerta oeste. Balin pereció por una flecha orca mientras contemplaba las aguas del Kheled-Zâram. Fue enterrado en la Cámara de los registros de Moria, donde fallecería después Ori, defendiendo la tumba de su compañero.



Todo esto lo ignoraba la Compañía del Anillo cuando cruzaron Moria. En el Concilio de Elrond se comenta que no llegan nuevas de Moria desde hace bastantes años. Así que, tras desentrañar el misterio de la Encrucijada, pasar la Sala de la Guardia (donde Pippin de un modo completamente insensato arrojó una piedra a un pozo) y maravillarse con la inmensidad de la Sala vigesimoprimera del ala norte, la Compañía llega a la Cámara de Mazarbul, donde hallan el sepulcro de Balin y el Libro de los Registros.

Tolkien se tomó la molestia de crear las últimas páginas de este libro para que fueran incluidas en la primera edición del libro, pero no lo consiguió. Yo pude verlas en una exposición sobre originales de Tolkien y son una maravilla. En ellas, escribe tanto en cirth (runas que usaban los enanos) como en tengwar (las runas usadas para los lenguajes élficos). Los manuscritos están 'maltratados' por los azares del tiempo y la guerra. Si queréis verlas, en este enlace las tenéis.

Tras pasar la Sala Segunda, con sus columnas talladas a modo de árboles con troncos y ramas, y cruzar el puente (tan estrecho que sólo se podía pasar en fila de a uno, y sin barandilla... ¡qué miedo!) la Comunidad alcanza al fin la Sala Primera, rematada con la puerta este.

Espero que os haya gustado esta publicación sobre el Gran Reino de Khazad-Dûm.


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1 comentarios:

Pedro dijo...

He llegado a este artículo buscando información sobre los enanos tras terminar el videojuego Retorno a Moria, ha sido muy interesante de leer, uno nunca tiene suficiente de esta saga, muchas gracias por tu trabajo ^^.

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