Puede decirse que he llegado, aunque aún no esté del todo aquí. Hoy han llegado mi maleta grande y las tres cajas de cosas que mandé con SEUR la semana pasada. Una sorpresa agradable ha sido que mi Folde, como regalo, se ha hecho cargo de los gastos de envío. Estos chicos son de lo que no hay.
Y es que, a pesar de lo que nos cuenta Hollywood, la HBO, la ABC, la Paramount y la madre que los parió a todos, las fiestas de despedida y los amigos que te reciben en el aeropuerto con pancartas NO EXISTEN. Son embustes inventados por estos mangurrianes de las series y películas de ficción. Pero siempre hay gestos como el del Folde que te ayudan a comenzar, desde 0.5, en un sitio nuevo y con los sentimientos en blanco.
Ayer compramos electrodomésticos, y hoy nos ha llegado la lavadora. Completamente enamorada de ella desde YA.
Las madres creo que no nos preparan a sus hijos para el protocolo en estos casos. No sabes si dar conversación a los técnicos, si dejarlos que trabajen en silencio, si ofrecerles una bebida, si irte de la cocina... en fin, que los técnicos que han venido han sido muy majetes, y uno de ellos cantaba a Barry White mientras instalaba la toma de agua.
Nos regalaron una plancha, y en unos días vamos a recibir un lavavajillas de sobremesa. Tenemos que ir a la caza y captura de una tabla de la plancha, y también quisiera que nos hiciéramos con una batidora de brazo. Sólo tenemos una de vaso y para montar claras o hacer mayonesa no vale. Los purés pequeños, o las cremas de poca cantidad, es un engorro hacerlas en esa batidora tan grande, es mejor meter la de brazo y a tirar millas.
Ayer fuimos a ver el capítulo tres de Juego de Tronos a casa de unos amigos, charlamos y cenamos con ellos. Es una de las cosas que tenía unas tremendas ganas de hacer. Tengo dos baldas en una estantería, y las cosas de mis muñecos y las manualidades esperan a que un escritorio se despeje para que pueda tener mi espacio de trabajo. A los libros los acompañan las manualidades que Silver Berry me ha hecho, maravillosas esculturas fantásticas, y algún objeto muy escogido. Creo que me va a venir de perlas tener una mesa para mí, en el salón con la mesita de plástico de la teletienda una no se puede inspirar para darle caña a la conferencia de la Pompeu ni para escribir el libro. Y además así podré sacar a los muñecos, que llevan días apretujados en una bolsa...
Aún queda el tema de la ropa, que no he traído demasiada, pero hay que buscarle sitio. Me han desaparecido productos de limpieza que había comprado en viajes anteriores, misteriosamente. Al menos sé lo que ha sido del limpiacristales, y es que un novio friki te trae sorpresas. Disolvente para las pinturas de warhammer, ni se me hubiera ocurrido.
Tengo ganas de salir a hacer fotos, de ponerme a desarrollar la confe, de dejar cerrado el cinefórum de la mereth y de que nos organicemos del todo. Me he comprado unos guantes para que las pobres uñas no me sufran este agua tan horrenda. Son morados.
Así que poco a poco trato de hacerme un hueco. Cosas que pasan. Espero pronto poder poneros más fotos para que vayáis viendo lo bonito que está Sóller en esta época del año, con una mezcla de árboles floridos y árboles rebosantes de frutos. El limonero del vecino parece a punto de colapsar, con la cantidad de limones gordos que tiene en las ramas.
Vais a ser muy felices :*
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