Además daba la casualidad de que a esta amiga la música de autor, la que quizá sea más susceptible de gustar al estar compuesta de agudos poemas, no le gusta especialmente.
Así que recurro a los clásicos de la música popular, que contienen joyas de incalculable valor y de versos que más que grandes, son eternos.
Y, sin desmerecer a Lucho Gatica, mi favorito es Antonio Machín. Esas canciones orquestadas que se han convertido en la banda sonora de los gramófonos clásicos de bisabuelas nostálgicas que lo oían en la radio...
Con clásicos como 'Angelitos negros', 'Toda una vida', 'El manisero', 'Dos gardenias' o 'Mira que eres linda', Machín conquistó el mercado y los corazones de todo el mundo. Lo que poca gente sabe es que Machín está enterrado en España, más concretamente en Sevilla, donde sus seguidores y compatriotas lo recuerdan cada año rociando de ron cubano su lápida y cantando sus canciones. Este año habría hecho 105 años.
Preferimos quedarnos con el anuncio de champú de la nueva cantante de un conjunto que no me atrevo ni a nombrar, porque su nombre me parece de una falta de respeto intolerable.
Un besuco sonado (como las maracas de Machín)
Findûriel
1 comentarios:
Y hablando de clásicos populares españoles yo hace poco redescubrí el tema "El Muerto muy vivo" del Peret, gracias a esa bestia parda que es el Muchachito Bombo Inferno!. Mira que no soy casi nada aficionada a la música española, y menos a la rumba, y aún así "er" Muchachito me gusta. Por algo será...
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