... algo azul y algo prestado ¿no era así?
Bueno, pues os escribo desde algo nuevo-algo viejo-algo azul. Gracias a Boromir, no algo prestado ^^
Me ha llegado esta tarde un paquete enorme, y dentro había una torre de ordenador. Conocedor del orgullo que inviste a esta hobbita, ha tenido a bien regalarme un ordenador que ha vivido en su casa un poco de tiempo, pero que ha sido desplazado por una imponente máquina nueva. Ya se sabe, es un trabajo el de informático en el que hay que andar cambiando de piel de pascuas a ramos. Ahora mismo estoy instalando la ampliación del WOW en él, y acostumbrándolo a mis navegaciones habituales. Para una máquina usada antaño para menesteres más especializados, esto debe ser un paseíto en barca.
Así que gracias a (o por culpa de, vosotros decidiréis) Boromir, la que suscribe seguirá suscribiendo mucho tiempo con el ordenador nuevo. Un ordenador que precisa un nombre (no, no va a ser HAL 9000 ni nada por el estilo). Después de hondas cavilaciones, he decidido llamarlo Pigmalión. Fue construido siguiendo los ideales de la computadora perfecta, y ahora ha caído en mis manos, como la hermosa Galatea que construyera el rey de Creta, para amoldarse a mis necesidades y ceder a mis caprichos.
¿Y el azul? os preguntaréis. Bueno, es que los botoncitos y las luces de Pigmalión son azules, el azul del cielo de Creta, of course.
Eso sí, precisará de algun complemento más, como monitor, ratón, teclado et caetera cuando el otro, que me mira con ojos de cachorrillo desamparado, se vaya de viaje (ahora estoy usando los suyos). Tengo aún que conectarlo para sacar las pijadas que aún restan en sus archivos (hasta en las carpetas más recónditas habrá fotos y textos absurdos) y trasladarlas al nuevo Palacio de las Ideas.
Más cosas nuevas: una sorpresa que me traje de Valencia. Después de perder a un miembro de la Compañía camino del aeropuerto, nos encaminamos a la cercana FNAC para matar el tiempillo antes de mi AVE. Y allí, hallé la colección que pensé sólo se editaría en EEUU pero que (oh maravilla de maravillas) editan en España:
Nada más y nada menos que la edición íntegra y en formato tankoubon-de-verdad de Rurouni Kenshin, el mejor manga que se ha editado y se editará jamás. Mi serie favorita, la que más me ha enganchado y la única por la que me he gastado los cuartos comprando los 28 tomos que la componen. Lo de ahora van a ser 22 de publicación bimestral, po 10 euros (los otros me costaron 7,80 cada uno) pero estoy dispuesta a comprarlos al ritmo de publicación. Son una maravilla en encuadernación, nitidez, traducción, resolución, portadas y láminas en color (oh my god!).
Ya salieron los tres primeros tomos (oniwabanshu rulz!) y los he estado saboreando con delicadeza. No puedo esperar a que salga Saito, o Sishio, o al ciclo de Enishi... jurl... babeo a discreción...
Y las portadas con sorpresa... además de tener en la cubierta ilustraciones del artbook post-Kenshin que publicó Watsuki (qué estará haciendo ahora el jodío, que vive de las rentas como un pachá pero no dibuja nada de nada el gañán), cuando retiras esta sobrecubierta de papel de arroz repujada tienes en la pasta blanda bocetos de la creación de los personajes, ¡una pasada!
Y, se preguntarán los lectores (o no, pero yo lo pongo) ¿por qué conservar la serie de mini-tankoubon? Pues por los hilarantes free-talk que publicó en los mismos entre capítulo y capítulo, y por las explicaciones de cómo creó los personajes (impagable esa explicación de cómo Kamatari salió de la base conceptual 'travesti con guadaña')
¿Y todo este rollo para no contar nada del viaje ni de la boda? Pues sí, como os dije, me faltan fotos. Así que a esperar. Pero os prometo que valdrá la pena, aunque sea por los 'pieh shikos' de Narya en el Miguelete o por el famosísimo 'baile del pipí' de Elbeanor.
Un beso, friends, desde mi ordenador... qué bien suena ^^
Findûriel
Bueno, pues os escribo desde algo nuevo-algo viejo-algo azul. Gracias a Boromir, no algo prestado ^^
Me ha llegado esta tarde un paquete enorme, y dentro había una torre de ordenador. Conocedor del orgullo que inviste a esta hobbita, ha tenido a bien regalarme un ordenador que ha vivido en su casa un poco de tiempo, pero que ha sido desplazado por una imponente máquina nueva. Ya se sabe, es un trabajo el de informático en el que hay que andar cambiando de piel de pascuas a ramos. Ahora mismo estoy instalando la ampliación del WOW en él, y acostumbrándolo a mis navegaciones habituales. Para una máquina usada antaño para menesteres más especializados, esto debe ser un paseíto en barca.
Así que gracias a (o por culpa de, vosotros decidiréis) Boromir, la que suscribe seguirá suscribiendo mucho tiempo con el ordenador nuevo. Un ordenador que precisa un nombre (no, no va a ser HAL 9000 ni nada por el estilo). Después de hondas cavilaciones, he decidido llamarlo Pigmalión. Fue construido siguiendo los ideales de la computadora perfecta, y ahora ha caído en mis manos, como la hermosa Galatea que construyera el rey de Creta, para amoldarse a mis necesidades y ceder a mis caprichos.
¿Y el azul? os preguntaréis. Bueno, es que los botoncitos y las luces de Pigmalión son azules, el azul del cielo de Creta, of course.
Eso sí, precisará de algun complemento más, como monitor, ratón, teclado et caetera cuando el otro, que me mira con ojos de cachorrillo desamparado, se vaya de viaje (ahora estoy usando los suyos). Tengo aún que conectarlo para sacar las pijadas que aún restan en sus archivos (hasta en las carpetas más recónditas habrá fotos y textos absurdos) y trasladarlas al nuevo Palacio de las Ideas.
Más cosas nuevas: una sorpresa que me traje de Valencia. Después de perder a un miembro de la Compañía camino del aeropuerto, nos encaminamos a la cercana FNAC para matar el tiempillo antes de mi AVE. Y allí, hallé la colección que pensé sólo se editaría en EEUU pero que (oh maravilla de maravillas) editan en España:
Nada más y nada menos que la edición íntegra y en formato tankoubon-de-verdad de Rurouni Kenshin, el mejor manga que se ha editado y se editará jamás. Mi serie favorita, la que más me ha enganchado y la única por la que me he gastado los cuartos comprando los 28 tomos que la componen. Lo de ahora van a ser 22 de publicación bimestral, po 10 euros (los otros me costaron 7,80 cada uno) pero estoy dispuesta a comprarlos al ritmo de publicación. Son una maravilla en encuadernación, nitidez, traducción, resolución, portadas y láminas en color (oh my god!).
Ya salieron los tres primeros tomos (oniwabanshu rulz!) y los he estado saboreando con delicadeza. No puedo esperar a que salga Saito, o Sishio, o al ciclo de Enishi... jurl... babeo a discreción...
Y las portadas con sorpresa... además de tener en la cubierta ilustraciones del artbook post-Kenshin que publicó Watsuki (qué estará haciendo ahora el jodío, que vive de las rentas como un pachá pero no dibuja nada de nada el gañán), cuando retiras esta sobrecubierta de papel de arroz repujada tienes en la pasta blanda bocetos de la creación de los personajes, ¡una pasada!
Y, se preguntarán los lectores (o no, pero yo lo pongo) ¿por qué conservar la serie de mini-tankoubon? Pues por los hilarantes free-talk que publicó en los mismos entre capítulo y capítulo, y por las explicaciones de cómo creó los personajes (impagable esa explicación de cómo Kamatari salió de la base conceptual 'travesti con guadaña')
¿Y todo este rollo para no contar nada del viaje ni de la boda? Pues sí, como os dije, me faltan fotos. Así que a esperar. Pero os prometo que valdrá la pena, aunque sea por los 'pieh shikos' de Narya en el Miguelete o por el famosísimo 'baile del pipí' de Elbeanor.
Un beso, friends, desde mi ordenador... qué bien suena ^^
Findûriel
3 comentarios:
Aaaaaaaaaaahh... la nueva presentación de Kenshin... vi el primer tomo en agosto y babeé con él, es un pasote. Aun encima han corregido los errores que tenía antes, que metían unos gambazos con las tradus...
Pues tú verás lo que haces pero queremos ver fotos, jajaja.
Enhorabuena por tu nuevo ordenador, siempre hace ilusión tener un nuevo ordenador para llenar de textos, fotos, canciones... y sí, mierda en general.
P.S. Si te digo la cantidad de tiempo que pensé que Kenshin era una chica pelirroja... XD
Kenshin, wooooooooooooo (ya estoy babeando) Aunque sólo sea por eso, merece la pena pelearse con los rodenadores nuevos hasta entender cómo funcionan :S:S
Un besazo enorme wapísima!!
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