Posted by Findûriel in , , | 22.3.18 1 comment
Ayer llegó a mis manos la primera edición/primera impresión en rústica de El hobbit en Estados Unidos, que es portadora de una curiosa historia sobre un león, emúes y un árbol de navidad... en La Comarca.
De vez en cuando llegan golpes de suerte a la vida del coleccionista. De repente, escarbando en las oscuridades de una librería de segunda mano, en los estantes de un quiosco del aeropuerto o en los rincones con más errores tipográficos de las tiendas online, brilla una estrella. Y el coleccionista, quedo quedito, se hace con un ejemplar muy especial. Se come las uñas mientras sigue el lento devenir del paquete a través de los estados sucesivos del envío por internet. A veces consulta el mismo envío dos y tres veces en el mismo día, aunque sea domingo. Y el libro llega. Y viene en un estado decente. Y tuvo un precio muy decente, o incluso asombrosamente barato.

Y ese día el coleccionista da un brinquito. Pequeño, no vaya a ser que sufran las cubiertas o la encuadernación.
Ayer me llegó a casa, en un tremendo golpe de suerte, la primera edición/primera impresión de bolsillo estadounidense de The Hobbit. Es un libro blando y amarilleado, en sorprendente buen estado, editado por Ballantine Books en agosto de 1965. En la portada, sobre el título, se lee ‘The Authorized Edition’, ya que son prácticamente legendarias las disputas por los derechos de autor que Tolkien tuvo que luchar en los tribunales contra las ediciones de bolsillo de ACEBooks de El señor de los anillos, publicadas un año antes.

Ballantine Books es la responsable de las primeras ediciones (en tapa blanda) autorizadas de Tolkien en Estados Unidos. Cuando publicaron la primera edición en bolsillo, le enviaron un ejemplar al autor. La respuesta no se hizo esperar.

leon
El flamante nuevo miembro de mi colección :)

«Escribí a [sus editores americanos] expresando (con moderación) el disgusto que me producía [la edición de Ballantine de] El Hobbit. Era una nota apresurada a mano, sin copia, pero al siguiente efecto: Encuentro fea la cubierta; pero reconozco que el primer objetivo de la cubierta de una edición en rústica es atraer a los compradores, y supongo que ustedes son mejores jueces que yo de lo que pueda resultar atractivo en los Estados Unidos. Por tanto, no entraré en un debate sobre gustos -queriendo decir, pero sin decirlo: colores horribles y letras espantosas-, pero debo preguntar esto sobre la viñeta: ¿qué tiene que ver con la historia? ¿Cuál es ese lugar? ¿Por qué un león y emúes? ¿Y qué es esa cosa del primer plano con bulbos rosados? No entiendo cómo nadie que haya leído el cuento (y espero que usted sea uno de ellos) pueda pensar que semejante imagen resulte agradable al autor. Estos puntos no fueron tenidos en cuenta y se los ignora en [su] última carta. Esa gente no parece leer nunca cartas o tienen una sordera altamente cultivada para todo lo que no sean «reacciones favorables».

Este es el comienzo de la carta 277 incluida en Cartas: de J.R.R. Tolkien, volumen epistolar recopilatorio editado por Humphrey Carpenter y Christopher Tolkien. Está dirigida a Rayner Unwin, y fechada el 12 de septiembre de 1965. Rayner Unwin era el dueño en ese momento de la editorial George Allen & Unwin, dueña de los derechos de publicación de El hobbit y El señor de los anillos y, de hecho, fue la primera persona en escribir una crítica de El hobbit, antes de ser publicado. Su padre, dueño de la editorial, había recibido el manuscrito y se lo dio a leer a su hijo de 10 años, Rayner. Gracias a que la crítica fue favorable (su padre le dio un chelín a cambio) hoy en día podemos leer la obra de Tolkien publicada.

unwin
Critica del niño Rayner Unwin, quien lo consideraba adecuado para niños de 5 a 9 años y afirmaba que, acompañado de mapas, no necesitaría de ilustraciones
Pero atentos, que hay más en la carta de Tolkien...

«La señora ------ [una representante de los editores del libro en rústica] no encontró tiempo para visitarme. Me llamó. Sostuvimos una conversación bastante larga, pero ella me pareció impermeable. Diría que todo lo que quería era que me retractara, me comportara como un buen muchacho y reaccionara favorablemente. Cuando volví a los puntos precedentes, su voz subió varios tonos y gritó: «¡Pero el hombre no tiene TIEMPO de leer el libro!». (Como si eso zanjara la cuestión. Unos pocos minutos de conversación con el «hombre» [en realidad era una mujer] y una mirada a la fotografía de la edición americana deberían haber bastado.) Con respecto a los bulbos rosados, dijo como si se dirigiera a alguien por completo obtuso: «Se entiende que deben sugerir un árbol de Navidad». ¿Por qué semejante mujer anda suelta? Empiezo a sentir que estoy encerrado en un manicomio. Quizá, como que tienes más experiencia, conoces un camino para salir de este laberinto de lunáticos. Quiero terminar Gawain y Pearl y trabajar en el Silmarillion, siento que ya no puedo seguir tratando con H[oughton] M[ifflin] o Ballantine Books. ¿Podrías sugerir que entraré ahora tras el purdah (para comulgar con mi alma creativa), cuyo velo sólo tú estás autorizado a levantar... si te parece adecuado?»

Tolkien estaba completamente contrariado, harto y perplejo por las respuestas/justificaciones de esta representante. Scull y Hammond, en su primera edición del Companion and Guide, en la parte de cronología, comentan que incluso la propia ilustradora, Barbara Remington, le escribió una carta a Tolkien donde le explicaba que le habían exigido la portada a toda prisa, sin darle siquiera tiempo para leerse el libro.
Ballantine Books incluso le había exigido demasiado rápido las ilustraciones para El señor de los anillos, con lo que Remington sólo pudo hacer un lienzo continuista que fue partido en tres para las tres portadas… sí, lectores, que tampoco tiene demasiado que ver con la obra.



s-l1600
Sí, a la izquierda, en La comunidad del anillo tenemos los mismos elementos de El hobbit… pero sin león. El lienzo es una imagen ampliable, os invito a examinarlo con detenimiento
Tras las amargas quejas y observaciones de Tolkien, Ballantine Books corrigió la portada. Os pongo foto de la portada antes y después.



Sí. Taparon el león con un pegote verde.
Los emúes y el árbol bulboso siguen allí.

......

 Espero que os haya gustado esta curiosa historia. Me podéis invitar a un café si os apetece después de haberla leído.

1 comentarios:

keleb-dûr dijo...

jajajajaja pobre Tolkien! El estilo de la ilustración a mí me gusta, eso sí, no tiene nada que ver con la historia.

Menuda caza has hecho con este libro. Te veo durmiendo agarrada a él y al Hobito jajaja

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