Recordando ayer una conversación, uno de esos enriquecedores intercambios de impresiones que tanto se echan de menos en medio de días hueros como este, se me vino de nuevo a la cabeza el texto. Estábamos en el sótano del Molly, y Merry me dijo "Findus, ¿tú crees en las hadas?". Mi respuesta fue inmediata y enérgica "Sí". Varios pares de ojos escépticos, desencantados, e incluso alarmados ante tal declaración, se volvieron hacia mi. El debate posterior fue algo memorable, pero que me dejó, como tantas veces, con la impresión de que no me tomaban en serio, es más, de que alguno/a incluso me consideraba estúpida por aquella creencia. Pues bien, dedicado a la tarde en que mentes científicas se enfrentaron a la fantasía.
"La vida no es un problema a resolver, sino unas vivencias a experimentar (...) Nadie nos asegura que las soluciones, si es que existen y deben buscarse, hayan de ser racionales. ¿Por qué esa obsesión por ser racional? ¿Por qué idolizar una forma de pensamiento, inventada por hombres del siglo V, hasta el punto de pedirle al mundo que también él sea racional y nos dé soluciones racionales a nuestras preguntas? El mundo y la vida son como son. Los únicos que pretendemos ser racionales somos nosotros.
No es correcto inventar el racionalismo y luego proyectarlo sobre el mundo, y pedirle que sea racional. Esto es un proceso neurótico que en psicoanálisis se denomina "transferencia". La cuestión no estriba en seguir haciéndole preguntas racionales a la vida, ni en seguir empeñándose en que el mundo actúe según una lógica racional; porque esta es una actitud paranoica nacida del miedo a la vida y a la imparcialidad de la naturaleza.
La actitud mental sana consiste en buscar intensamente la experiencia, vivir las situaciones con la mente abierta, tratando de aprender por experiencia cuál es la ordenada irracionalidad del mundo. ¿Por qué tanto miedo a lo irracional?(...) Detrás del miedo al cambio está el miedo a la muerte"
Señoras y señores, Luis Racionero (Gracias, Mary, por dármelo a conocer)
"La vida no es un problema a resolver, sino unas vivencias a experimentar (...) Nadie nos asegura que las soluciones, si es que existen y deben buscarse, hayan de ser racionales. ¿Por qué esa obsesión por ser racional? ¿Por qué idolizar una forma de pensamiento, inventada por hombres del siglo V, hasta el punto de pedirle al mundo que también él sea racional y nos dé soluciones racionales a nuestras preguntas? El mundo y la vida son como son. Los únicos que pretendemos ser racionales somos nosotros.
No es correcto inventar el racionalismo y luego proyectarlo sobre el mundo, y pedirle que sea racional. Esto es un proceso neurótico que en psicoanálisis se denomina "transferencia". La cuestión no estriba en seguir haciéndole preguntas racionales a la vida, ni en seguir empeñándose en que el mundo actúe según una lógica racional; porque esta es una actitud paranoica nacida del miedo a la vida y a la imparcialidad de la naturaleza.
La actitud mental sana consiste en buscar intensamente la experiencia, vivir las situaciones con la mente abierta, tratando de aprender por experiencia cuál es la ordenada irracionalidad del mundo. ¿Por qué tanto miedo a lo irracional?(...) Detrás del miedo al cambio está el miedo a la muerte"
Señoras y señores, Luis Racionero (Gracias, Mary, por dármelo a conocer)
1 comentarios:
¿has leído "y tú qué sabes"? creo que te gustará. Tiene mucho que ver con lo escrito en este post
me alegro de haber descubierto tu blog XDDDDD
olatz "keleb-dûr"
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