Te busqué cuando llegué a Pelargir y allí estabas. Me recibiste con un abrazo, un apretón fuerte de los brazos amigos que siempre me habían hablado de calor.
Compartimos risas, comida, achuchones y canciones. Te reíste conmigo, me reí contigo y, por qué no decirlo, de ti. Es que hicimos el payaso una barbaridad. Hacía bueno, aunque te empeñabas en encogerte contra las brisillas de Pelargir.
Vi el lago al día siguiente, porque al llegar estaba tan oscuro que no se sabía qué secretos guardaban las sombras del puerto. Deshice la maleta ese mismo día, porque necesitaba sacar las galas. No recuerdo si tú las llevabas aquella noche, porque todos resplandecimos juntos bajo la luz de esas lámparas tan hermosas. Además nos reímos tanto que los ojos nos chispeaban. Quizá cuando mire las fotos, los vídeos, pueda comprobarlo.
Se hacía de noche sin notarlo. Me veías correr cuesta arriba, cuesta abajo, y no decías nada, aunque te vi vigilar mis pasos vacilantes mientras me olvidaba de la llave una y otra vez. Bebimos juntos, no sé si brindamos alguna vez, pero sí te vi muy cerca, entonando los mismos sones que yo. Algunos heroicos, otros absurdos, y otros (por qué no decirlo) completamente embriagados. Fuera del tiempo, a mucha distancia del mundo conocido, rodeados de unas fronteras de caminos angostos y gigantescas vacas Pelargirenses, nos volvimos hacia nosotros mismos y te vi. Por primera vez, por segunda vez, por decimocuarta. Pero te vi.
Eso es lo grande de las merith. Que estamos juntos, muy juntos, casi casi hasta que podemos contarnos las pestañas. Y eso fue lo grande de Pelargir, que fuimos una familia, una tribu, un mundo en miniatura, constantemente asombrados por el devenir de la historia a nuestro alrededor. Por el desarrollo de nuestra propia eternidad.
Del mismo modo me despediste, con una presa sincera y llena de atenciones hasta el final. Aunque es un 'hasta luego', ¿verdad?
Gracias por compartirlo conmigo. Sí, tú, sabes quién eres.
¿O no? ;)
Findûriel, incapaz en este momento de escribir una crónica. Post literario para quien quiera.
Compartimos risas, comida, achuchones y canciones. Te reíste conmigo, me reí contigo y, por qué no decirlo, de ti. Es que hicimos el payaso una barbaridad. Hacía bueno, aunque te empeñabas en encogerte contra las brisillas de Pelargir.
Vi el lago al día siguiente, porque al llegar estaba tan oscuro que no se sabía qué secretos guardaban las sombras del puerto. Deshice la maleta ese mismo día, porque necesitaba sacar las galas. No recuerdo si tú las llevabas aquella noche, porque todos resplandecimos juntos bajo la luz de esas lámparas tan hermosas. Además nos reímos tanto que los ojos nos chispeaban. Quizá cuando mire las fotos, los vídeos, pueda comprobarlo.
Se hacía de noche sin notarlo. Me veías correr cuesta arriba, cuesta abajo, y no decías nada, aunque te vi vigilar mis pasos vacilantes mientras me olvidaba de la llave una y otra vez. Bebimos juntos, no sé si brindamos alguna vez, pero sí te vi muy cerca, entonando los mismos sones que yo. Algunos heroicos, otros absurdos, y otros (por qué no decirlo) completamente embriagados. Fuera del tiempo, a mucha distancia del mundo conocido, rodeados de unas fronteras de caminos angostos y gigantescas vacas Pelargirenses, nos volvimos hacia nosotros mismos y te vi. Por primera vez, por segunda vez, por decimocuarta. Pero te vi.
Eso es lo grande de las merith. Que estamos juntos, muy juntos, casi casi hasta que podemos contarnos las pestañas. Y eso fue lo grande de Pelargir, que fuimos una familia, una tribu, un mundo en miniatura, constantemente asombrados por el devenir de la historia a nuestro alrededor. Por el desarrollo de nuestra propia eternidad.
Del mismo modo me despediste, con una presa sincera y llena de atenciones hasta el final. Aunque es un 'hasta luego', ¿verdad?
Gracias por compartirlo conmigo. Sí, tú, sabes quién eres.
¿O no? ;)
Findûriel, incapaz en este momento de escribir una crónica. Post literario para quien quiera.
1 comentarios:
Joooooo ... que envidia me da leer esto ... ¿Cómo pude perdermelo? Prometo que no volverá a pasar, prometo que a la próxima iré, necesito volver a esa gran familia, esa tribu, como tú dices, porque creo que es de lo poco real que me queda donde sentirme bien. Y gracias prima por traerme los mensajes de aquellos que se acordaron de mí ... me hizo tanta ilusión ...
Espero ansiosa esa crónica, esos videos en youtube para poder disfrutar aunque sea un poquito de todo lo que los que estuvisteis allí pudisteis disfrutar ...
Silmaril, apesadumbrada por no haber podido ir a Pelargir :(
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