Bueno, este es el post número 100 del Blog (¡albricias! Saquemos la palabra 'albricias' a pasear de vez en cuando, la pobre..), pero son 2 post en uno. De vez en cuando, con mensajes que hacen cifras redondas, solemos dedicarlos a cosas grandes. Como considero que el mundo cotidiano está lleno de magia, os hablaré de lo que hablo siempre: cosas que pasan.
El Conejo BlancoOne pill makes you larger, one pill makes you small...
No, amor mío. No lo hagas, dije con la voz queda desde el otro lado de la pantalla. No puede ser. Yo, que te animé hasta la extenuación. Que te defendí con uñas y dientes en un medio en el que no querían más que echarte, aunque eras el que mejorresultado dabas. Te he visto saltar, ante tíos de medio metro más de alto, luchando por pases que algún idiota te hacía por lo alto, pretendiendo que con tu concentrada genialidad llegases a cabecearlos... y llegabas. Y he coreado tu nombre hasta quedarme afónica.
No, me he repetido, cuando lo increíble se ha hecho carne. El equipo al que vas debe contratar estrellas de esas a las que está acostumbrado, que venden camisetas y quedan bien en los anuncios de perfume. No a genios diminutos que jamás dan de qué hablar, ni salen en las revistas del corazón, ni se hinchan diciendo que son los mejores. No a modestos artistas del hilo y el cuero.
Porque no, lo siento, pero no te animaré. Porque llegas para irte dentro de poco, cuando te hayan secado y te dejen por ahí tirado, como a tantos otros. No volveré a corear tu nombre como lo hacía (algunas veces incluso cuando jugabas contra los míos), ni me saltará el corazón en el pecho.
No, conejo, lo siento. Te seguiré admirando desde la amargura, queridísimo Saviola, pero ya no te animaré más...
Desde las cenizas del Ave
Ayer vi
Harry Potter y la Orden del Fénix, la película. Asientos inmejorables, cubazo de palomitas (para mi prima) y pedazo de refresco (para mi. Es muy raro que me ponga a comer en el cine, como mucho gominolas).
Primera impresión, durante los títulos de crédito:
pfffffffffffff... Ya se sabe, a los cinco minutos una está convencida de que necesita un visionado menos experto, una liberación de complejos, una batería de preguntas de esas de '¿Por qué esto? ¿Por qué no lo otro?'. Quizá soy demasiado severa...
No coronamos a Weasley, la esperadísima escena del pensadero de Snape se queda en un flash de dos segundos, no hay Mungo aunque se intenta arreglar de otro modo, Neville no ve a los thestrals (????) y la pelea del Ministerio queda como menos sosa... Creo que tengo suficiente experiencia como visionadora de películas y como lectora de libros como para saber ya, con el bagaje que me pesa en la espalda, que los dos lenguajes no son iguales. Pero las cosas mencionadas anteriormente eran fácilmente incluíbles, más que nada porque los minutos que hubieran empleado se han gastado en pálidos sucedáneos.
Se nota que el afán del director por mostrar a un Harry atormentado da sus excelentes frutos. Comprendes mucho más su perdición en esta película que en la anterior. Hay más escenas
profundas que
pretendidamente profundas, (mención especial al Harry que grita
¡Mírame! en el despacho de Dumbledore)... aunque de nuevo el lenguaje cinematográfico se torna en barato con inclusiones como el speech final de Harry de 'te compadezco, Voldie, no tienes amiguitos ni familia'...

NO, SEÑORES, NO! Este es el tipo de cosas que JAMÁS se deberían hacer... los espectadores, como los lectores, no son idiotas. Con lo maravillosamente perfecto que queda ese
MÁTAME que se susurra para sí Harry en el libro, que no muestra (como piensa el guionista) que Harry compadezca a Voldemort, sino que muestra cuán compasivo puede llegar a ser Harry con sus propias circunstancias: con los que lo rodean, con los que lo quieren.
Después de esta barahúnda de cosas negativas, amigos, también os diré que hay positivas. Neville es mi personaje positivo desde hace tiempo, aunque podrían haberle dado bastante más valor, como en el libro. Me gusta el ataque a Arthur. Me gusta Tonks. Aunque Kingsley tenga más frases que Lupin (¿?), también me gusta. Me ha gustado Kreacher. Y me ha encantado Luna, sobre todo el momento en que pronuncia su tímido
Levicorpus y se queda mirando, maravillada, sus efectos... con la boca llena de sangre.También me ha encantado Umbridge, todo el mundo la odiaba en el cine, y se notaba que había poca gente lectora...

Desgraciadamente, los directores adelantan cosas (me pregunto por qué, la verdad). Taaantos primeros planos de Hermíone, taaantas alusiones gratuítas a su 'relación' con Ron... sin embargo sí que me ha gustado el modo en que potencian la figura de Ginny, ya que la han privado de su momento de sabiduría en la sala común.
Demasiado reciente para comentar más. Sólo esperar qué van a hacer con el sexto libro, un texto para fans y no para profanos, más que nada porque no pasa casi nada en todo el libro.
Findûriel, que tiene más sueño que una cesta de gatos.
PD: SPOILER: AH! y la espléndida muerte de Sirius... apesta en la película.